En un escenario en el que las cifras de crecimiento indican que la economía estadounidense se está desacelerando y que incluso podría enfrentar un duro aterrizaje (o recesión) el año próximo, es muy probable que la Reserva Federal (Fed, banco central) de EU –con las elecciones presidenciales en puerta– empiece ya en septiembre un ciclo bajista de las tasas de interés.
De hecho, la tan esperada baja de tipos es la responsable de la histórica subida burstátil de los índices estadounidenses que comenzó en diciembre pasado.
Pero no todo es fiesta. De hecho, una recesión en la Unión Americana anticipa tiempos de turbulencia también para la economía mexicana, que sigue sin crecer, y para el peso. ¡Atención!
En Top Money Report consideramos que la primera reducción a las tasas de interés por parte de la Fed llegaría en septiembre, y que a finales de año podría producirse una baja más.
Los analistas de Citi van más allá: “una continua desaceleración de la actividad, según nuestro escenario base”, provocará ocho recortes de 25 puntos cada uno, a partir de ese mes (septiembre) hasta julio de 2025. Es posible.
O sea que la Fed disminuiría su tasa de referencia en ¡¡¡200 puntos base!!!, del actual 5.25-5.5 por ciento al 3.25-3.5, porcentaje en el que se mantendría durante el segundo semestre del año próximo, afirman los analistas de Citi Research, en una nota publicada el viernes.
Como le digo, la economía americana se ha enfriado y la inflación ha reanudado su desaceleración (desinflación), pero con el indicador del sector servicios pasando abruptamente a territorio negativo y el desempleo aumentando al 4.1 por ciento en junio, se ha elevado el riesgo de un debilitamiento más pronunciado de la actividad económica y un ritmo más rápido de recortes de tasas de interés, argumenta el banco de inversión.
Históricamente, cuando el Índice del Institute for Supply Management (ISM) no manufacturero mostrado en la gráfica superior –que estudia las perspectivas de las empresas del sector servicios y que representa el 80 por ciento de la economía estadounidense no cubierto por el informe del ISM manufacturero– se mueve por debajo de 50 es una fuerte advertencia de recesión. Ya estamos ahí.
Riesgo de crash bursátil
Otra señal de debilidad es que en junio hubo una baja de 49,000 empleos temporales en servicios, lo que Citi describe como “el tipo de disminución que se ve típicamente en torno de las recesiones, cuando los empleadores comienzan a reducir la mano de obra con los trabajadores menos vinculados”.
En fin. Que como le explico, septiembre ya está a la vuelta de la esquina y va a ser un mes clave, pues independientemente de que la Fed comience a bajar las tasas de interés, es innegable que los mercados financieros se anticiparon demasiado con sus alzas vistas desde diciembre de 2024.
En este espacio, consideramos que cuando realmente se materialice la baja de tasas, en vez de inflarse hacia nuevos máximos históricos, las bolsas de valores podrían ver explotar las burbujas que se han inflado en ellas, lo que abrirá una nueva puerta de entrada para volver a invertir ahí con perspectiva de largo plazo.
Dicho de otro modo, es probable que los mercados de riesgo estén por sufrir una fuerte caída –una corrección (caída temporal) que podría convertirse en un crash bursátil (un descenso rápido y brusco de los precios de las acciones)– antes de que empiecen a recuperarse una vez que la Fed entre al rescate con nuevos recortes a las tasas de interés e inyección (“impresión”) masiva de dólares con un nuevo programa de “flexibilización cuantitativa” (QE, por sus siglas en inglés).
Más señales ominosas para las bolsas de valores
Como hemos señalado en Top Money Report, este año nos mantenemos mayormente alcistas en los índices bursátiles y en mercados financieros de riesgo en general. Hasta ahora se ha cumplido.
La realidad, no obstante, es que los datos indican a que los inversores minoristas son los que están haciendo las compras que han catapultado los índices bursátiles estadounidenses a máximos históricos, mientras que los mayoristas se están desprendiendo de sus activos (sus acciones), es decir, vendiéndolos. Esta es una señal clara de que la fase final de la actual burbuja podría estar cerca.
El problema es que en el momento en que se agotan los inversores minoristas – que son quienes compran más caro- vienen los colapsos, y el último cuatrimestre de 2024 se antoja complicado.
Por eso le digo que una vez más, la Fed tendrá que salir al rescate del mercado, pero para poder rescatar algo – en este caso a la economía y a Wall Street – primero tiene que desplomarse.
Es momento entonces para que los inversores actúen con cautela, pero también de que tengan lista la cartera para las oportunidades que tarde o temprano, van a llegar.