¿China “mató” al bitcoin (ooootra vez)?

La semana pasada por enésima vez los titulares de medios de todo el mundo dieron rienda suelta a la noticia de que China prohibió el intercambio y minería de criptomonedas, lo que tumbó los precios en dichos mercados.

Esta es la primera vez que 10 agencias del sector financiero – incluyendo al Banco Popular (Central) de ese país- prometen trabajar de forma conjunta para erradicar cualquier actividad relacionada con “criptos”. Esto ocurre en seguimiento a las restricciones de mayo, cuando el gobierno de Beijing ordenó a las instituciones financieras y compañías de medios de pago dejar de proveer servicios relacionados con activos virtuales. 

Sin embargo, a pesar de lo ruidoso de este anuncio y de su evidente impacto en las cotizaciones, la realidad es que no es la primera vez que la potencia asiática se lanza contra el sector.

Como la memoria es frágil y muy corta, me di a la tarea de “googlear” algunos encabezados noticiosos de 2013 y de 2017, años en los que el gobierno chino también se lanzó contra el bitcoin (BTC).

En diciembre de 2013, por ejemplo, encontré este titular de la BBC: “China prohíbe a los bancos manejar el comercio de Bitcoin”. Uno más de septiembre de 2017 en BusinessInsider.com, advería: “Bitcoin cae 500 dólares tras reportes de que China prohibirá las bolsas de intercambio de criptomonedas”. 

¿Qué tienen en común esos artículos con los de este año? Que todos en su momento provocaron desplomes en las “criptos”, mismas que más tarde volvieron a alcanzar máximos históricos. 

Justo por eso vale la pena darles perspectiva: en 2013 bitcoin acababa de rebasar por primera vez los 1,000 USD y ya se decía que era una burbuja, razón por la cual China dio el manotazo en la mesa.

En septiembre de 2017 se decía lo mismo y de nuevo Beijing salió a la carga, pero para diciembre de ese año BTC alcanzó el máximo histórico de aquel entonces en 20,000 USD.

Hoy – con el bitcoin en más de 43 mil dólares-, una vez más algunos medios y periodistas insisten en que “esta vez será diferente”, que el más reciente ataque del presidente Xi Jinping sí será mortal para el bitcoin y por eso aconsejan alejarse de él como inversión o especulación. ¡Grave error! 

Si de algo nos habla tanta insistencia en la “prohibición” china, es que no han logrado erradicar la práctica de la acumulación e intercambio de “criptos” entre sus ciudadanos (ni podrán). Tanto o más importante todavía: ni siquiera un poderoso gobierno totalitario como el chino ha podido detener con decretos y restricciones el alza del bitcoin en el largo plazo.

Hay múltiples razones que dan sustento a ese mercado alcista, pero aquí le cito algunas de las que considero las más importantes: 

1) Nunca la prohibición de nada logra que se dejen demandar (y por tanto, valorar) bienes que la gente quiere usar a cualquier costo (las drogas y el alcohol, son el mejor ejemplo); en todo caso la prohibición puede terminar incluso provocando el efecto contrario al que las autoridades (supuestamente) desean.

2) La creación masiva e ilimitada de dinero gubernamental “respaldado” por deuda pública que crece de manera exponencial (inflación), provoca la devaluación del dinero fíat (dinero oficial de papel) y ante ello los inversores más inteligentes buscan refugio en activos que se revalorizarán justo por dicha corrupción monetaria, como: bienes raíces, el oro (el dinero real), índices bursátiles, bitcoin, obras de arte, algunos bienes de lujo, entre otros.

3) Los jóvenes están recurriendo cada vez más el uso de medios digitales de pago, videojuegos y criptomonedas, que nos guste o no los familiarizan y acostumbran cada vez más a estas formas novedosas de “dinero”.

La lección es más que clara: los inversionistas deben mantener siempre el enfoque y evitar que lo asusten los distractores del día a día que provocan la volatilidad en el corto plazo.

Invertir con conocimiento de lo que pasa en el fondo y apegándose a un método exitoso (como el que aplicamos en mi boletín financiero TopMoneyReport.com.mx) lo hará maximizar ganancias en el mediano y largo plazos más allá de los “sustos” en lo inmediato. Y eso incluye, sin lugar a dudas, la inversión en bitcoin como especulación, y en oro, como fundamento.