Compras de bancos centrales seguirán impulsando al oro

Aunque el relajamiento de la tensión geopolítica en días recientes provocó una corrección (baja) temporal en el precio del oro esta semana, sería un gran error pensar que estamos ante el fin de su racha alcista, algo en lo que coinciden con nosotros los analistas más acertados e influyentes de los bancos estadounidenses Goldman Sachs y Bank of America (BofA), así como del suizo UBS. 

La semana pasada, el rey de los metales se mantuvo en máximos históricos, exactamente en los 2,446 dólares por onza troy, pero su precio bajó levemente en la medida en que se atenuó el conflicto entre Israel e Irán. Al cierre de esta edición la onza cotiza en casi 2,440 billetes verdes.

En efecto, en el corto plazo un arreglo pacífico de los problemas en Medio Oriente y Ucrania, combinado por ejemplo con la conclusión de los programas de compras de oro por parte de los bancos centrales; una solución a las preocupaciones sobre el crecimiento de China, y que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos hiciera una subida agresiva de tasas de interés, pondría fin temporal a la escalada del oro.

Pero lo señalado en el párrafo anterior es muy improbable, y en el caso de la finalización de las compras de reservas áureas de los bancos centrales y una subida de tipos de interés, se antoja por ahora imposible.