PESOS Y CONTRAPESOS
Un componente indispensable para que los electores decidamos, no emocionalmente, sino racionalmente, es la información, que debe ser clara y precisa. Esto es importante, sobre todo, cuando de las propuestas económicas de los candidatos se trata, sobre todo tratándose del candidato puntero, en este caso AMLO. Para la mala fortuna de nosotros, los electores, en el caso de dicho candidato, en este asunto, las cosas dejan mucho que desear. Muchas veces no sabemos qué es lo que realmente está proponiendo y, por ello, no sabemos qué podría hacer si ganara la Presidencia de la República, suponiendo que realmente tenga la intención de hacer lo que dice que va a hacer. Pongo un ejemplo.
AMLO ha dicho que, de ganar, se fijarán, en todo el país, precios de garantía para los productos del campo, sobre todo alimentos, con el fin de conseguir la autosuficiencia alimentaria y frenar la migración de gente del campo hacia los Estados Unidos. Esto es lo que AMLO ha dicho.
Un precio de garantía es un precio que la autoridad fija por arriba del precio de mercado, que es el precio al que los demandantes compran toda la cantidad ofrecida, por lo que no se genera sobreoferta: todo lo ofrecido se vende. Con el precio de garantía, como su nombre lo indica, se pretende garantizar al oferente un determinado precio, y por lo tanto un determinado ingreso, que se pretende suficiente para que satisfaga correctamente sus necesidades, evitándose que emigre en busca de mejores oportunidades, e incentivándose la producción de alimentos, condición necesaria para conseguir la autosuficiencia alimentaria, que es lo que AMLO pretende, pretensión equivocada porque hay que comprar, no los alimentos producidos en el país, sino los ofrecidos a menor precio, ya sean nacionales, ya sean importados.
El problema es que al precio de garantía, fijado por arriba del precio de mercado, los demandantes no compran toda la cantidad ofrecida, por lo que se genera sobreoferta que, si se ha de mantener dicho precio, el gobierno debe comprar, utilizando para ello los impuestos y/o la deuda, razón por la cual los precios de garantía son una mala política económica, motivo por el cual muchos la hemos criticado.
Ante estas críticas, uno de los asesores económicos de AMLO, Gerardo Esquivel, salió a explicar en qué consistirían los precios de garantía, ¡que no serían precios de garantía! Lo que se pretende, dijo el asesor, es fijar el precio al que comercian los productores y los comercializadores de alimentos, con el fin evitar que los segundos compren barato y vendan caro, con el objetivo de reducir sus utilidades, lo cual no sería un precio de garantía, que siempre es un precio mínimo, que se fija por arriba del precio de mercado, sino exactamente lo contrario, un precio máximo, que se fija por debajo del precio de mercado.
Por fin, ¿de qué se trata? ¿De precios mínimos o de precios máximos?
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