El oro vence a las acciones y los bonos desde el año 2000

A pesar de supuestos fuertes vientos en contra el año pasado, el oro se consolidó una vez más como uno de los activos con mejor desempeño, y el mejor en términos de activos refugio y con el mínimo riesgo que existe. Pero no sólo eso: si echamos una mirada de largo plazo resulta que en lo que va del siglo XXI el “rey de los metales” ha tenido mayores rendimientos que las acciones y los bonos estadounidenses. ¿Se mantendrá al alza en 2024? Apostamos a que así será y también el resto de la década.

Vayamos por partes. Obstáculos derivados de un dólar fuerte y que la Reserva Federal (Fed) de EU endureció su política monetaria (con alzas a las tasas de interés) no evitaron el sólido desempeño del rey de los metales, que cerró 2023 a un precio de 2,064 dólares la onza, un aumento del 13 por ciento interanual. Esto mientras erróneamente se suele comentar entre “especialistas” que el alza de tipos de interés implica siempre una caída del oro porque es un activo que no paga rendimientos como un documento de deuda. 

En este sentido, el Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés) destacó en un estudio que en 2023 el metal áureo “superó a las acciones de los mercados emergentes, los bonos y el dólar estadounidenses, a los bonos de Tesoro mundial y las materias primas en general”.

De hecho, sólo las acciones estadounidenses y las de mercados desarrollados distintos de EU tuvieron un desempeño superior al del oro (como se ve en el siguiente gráfico) el año pasado, pero como le digo, cuando le damos una perspectiva de mayor plazo (desde el inicio del presente siglo), el oro los arrasa en ganancias compuestas acumuladas.

A principios de diciembre pasado, el oro alcanzó un récord histórico de 2,125 dólares la onza, y a partir de ese momento ha construido una base firme por encima de los 2,000 billetes verdes, por lo que creemos que en el presente año tocará nuevos máximos.

De hecho, en Top Money Report sostenemos que “los 2 mil dólares la onza son los nuevos mil dólares”, aludiendo al tiempo en que el oro superó de manera definitiva la “barrera sicológica” de los mil dólares para nunca más caer por debajo de ese nivel. Lo mismo pasará ahora con los 2 mil dólares, después con los 3 mil, y así sucesivamente.