¿Ganar dinero inscribiendo gente? ¡Cuidado, es una estafa!

Estafadores siempre habrá por todas partes. Por eso es muy importante que los ahorradores cuiden mucho dónde colocan su dinero. Las ganancias aseguradas o garantizadas no existen. Así que cada vez que se lo prometan, desconfíe de inmediato.
Esto se lo digo porque ahora que este año están en auge las criptomonedas, en especial el Bitcoin, se están reproduciendo en muchas partes del país y del extranjero, viejas estafas usando como disfraz a Bitcoin o a alguna otra criptomoneda real –o dicen-, una nueva por nacer.
Se aprovechan de que al ser relativamente recientes, la mayoría ignora cómo funcionan las criptomonedas, y le hacen creer a la gente que están invirtiendo en un negocio legal y legítimo, cuando en realidad es una estafa piramidal.

En este espacio le he explicado que Bitcoin no es ninguna estafa, sino una forma de dinero digital descentralizado, o sea, es como el dólar, el euro o el peso mexicano, pero sin que una autoridad o banco central la emita. Su especulativo precio se negocia en los mercados de manera libre y por eso su precio sube y baja muy fuerte, pero hasta ahí. No tiene nada que ver con prometer ganancias por nada más inscribir gente y así obtener altos rendimientos. Mucho ojo.
Ahora, ¿cómo puede diferenciar un negocio auténtico de una estafa? El factor más importante es el origen del flujo de efectivo. Si éste proviene de una genuina compra-venta de un bien, es válido, pero usted sabe lo difícil que puede ser el dedicarse a vender algo. No hay garantía de éxito.
Por eso, si a usted le ofrecen altas ganancias fáciles sólo a través de referir, recomendar, invitar o inscribir a nuevas personas para que inviertan una determinada cantidad de dinero –generalmente alta y ya-, no importa cómo se lo pinten, estará frente a un fraude que puede ser del tipo piramidal o un esquema Ponzi.
Ambos son similares pero con ciertas diferencias que puede consultar en este link.
Para estos defraudadores es clave generar lazos de confianza entre los participantes para así atraer más incautos en cadena.
Se vuelve común escuchar cosas como que ‘es que a mi prima (a mi tío o a mi amigo, etc.) le están pagando, le va bien y está haciendo muy buen dinero’, en fin. Claro, todas las estafas empiezan pagando, y gracias a eso funcionan por algún tiempo, pero lo cierto es que desde el comienzo, es un cruel fraude que se comete en contra de los últimos que se incorporan y ponen dinero para nunca más recuperarlo.
Y es que como no son instituciones financieras, no existe ninguna protección contra la pérdida total de su dinero.
Por desgracia, hay gente que piensa entrar a ese tipo de estafas para salirse antes de que la pirámide colapse –algo que tarde o temprano siempre ocurre-, pero ese comportamiento es éticamente inaceptable y moralmente condenable. No lo haga.
Engañar y robar a la gente –no importa el método-, no se vale, y puede traerle consecuencias muy serias.