Inflación y materias primas: ¿nace un gran mercado alcista?

Un nuevo mercado alcista de materias primas o “commodities” está apenas por comenzar mientras el mundo se ajusta a un entorno de mayor inflación. Esto implica una reevaluación de los portafolios de inversión, con un mayor enfoque en estas mercancías como un activo estratégico.

Michael Hartnett, director general y estratega jefe de inversiones en BofA Global Research – y uno de los analistas que más consultamos por lo acertado de sus pronósticos-, advirtió que el panorama económico está cambiando y no debe ser ignorado.

Su análisis parte de los eventos recientes en los mercados financieros, donde se observó una caída abrupta desencadenada por el desmantelamiento del “carry trade” del yen y otros factores derivados.

Sin embargo, lo que llamó su atención es cómo el mercado logró mantener niveles clave de soporte en agosto, tales como un rendimiento del 3.8% en los bonos a 10 años, 4.0% en los bonos a 30 años, y un índice Índice Dólar (DXY) en 100 unidades.

Estos niveles sostuvieron la estabilidad a pesar de la fuerte volatilidad, lo cual, según Hartnett, sugiere una posible inversión al alza en los rendimientos de los bonos.

Hartnett señala varias razones para dicha expectativa de aumento en los rendimientos de los bonos: la política monetaria de la Reserva Federal, que ya ha descontado un recorte de tasas próximo; la temporada de septiembre, que históricamente ha sido uno de los meses con mayor oferta de bonos corporativos; así como factores geopolíticos y de proteccionismo que han mantenido los precios de la energía elevados. Todo esto, en conjunto, indica que el rally (alza) reciente en los bonos podría estar a punto de revertirse, presentando una mejor oportunidad para invertir en bonos a largo plazo más adelante gracias a su abaratamiento.

Por otra parte, la guerra y el proteccionismo continúan elevando los precios de la energía, lo que obliga a los bancos centrales a realizar ajustes de política a pesar de las debilidades en las divisas y las amenazas de recesión. En Europa, el aumento del gas natural ha sido significativo, mientras que en Israel, el banco central optó por priorizar la inflación sobre el crecimiento económico, lo que refleja las difíciles decisiones que los gobiernos deben tomar en un entorno económico frágil.

A la vuelta de la esquina un mercado alcista de materias primas

Pero más allá de los movimientos en los bonos y la preocupación por una posible recesión, Hartnett identifica un cambio estructural que está emergiendo en el panorama económico global: el renacimiento de un mercado alcista de materias primas. Y es correcto.

El mercado de “commodities” está impulsado por una serie de factores que incluyen el aumento de la deuda, los déficits fiscales, los cambios demográficos, la desglobalización, las políticas de cero emisiones, todos ellos inflacionarios por naturaleza.

Hartnett argumenta que el mundo está transitando de un entorno de inflación anual del 2 por ciento a uno más cercano a la media observada durante el siglo pasado en los países del G7, que fue del 5 por ciento.

Esa subida promedio de precios sería, como le digo, un retorno a la norma histórica que fue interrumpida con una media de 2 por ciento anual de inflación durante las dos primeras décadas del siglo XXI (gráfica inferior). Esa “desinflación” se debió a la confluencia de la globalización, los “bajos” niveles de endeudamiento y las innovaciones tecnológicas. No obstante, con la reversión de estas fuerzas, el escenario inflacionario se volvería a intensificar, y con él, la oportunidad para que las materias primas se conviertan en uno de los activos preferidos en las carteras de inversión por su encarecimiento.

El factor China

Tradicionalmente, China ha actuado como un amortiguador de las presiones inflacionarias globales al absorber la demanda de materias primas y mantener bajos los precios a través de su capacidad productiva. A pesar de ello, Hartnett observa que esta dinámica está cambiando. Con un crecimiento del PIB por debajo del 5%, el consumo interno ralentizado y la confianza del consumidor en mínimos históricos, China está tratando de reorientar su economía hacia las exportaciones. Esta vez, el gigante asiático no estará para aliviar sino para aumentar la presión sobre la inflación global, pues por si lo anteriormente expuesto fuera poco, Beijing sigue embarcado en una política de estímulo económico a través de gasto y deuda públicos de una manera impresionante.

Las inversiones en un entorno de inflación “alta e inestable”

En este espacio consideramos que, en efecto, un nuevo “toro” alcista está naciendo para las materias primas, lo cual también es una buena noticia para todos aquellos activos que sean reserva de valor.

La mala nueva es para quienes generen ingresos en dinero fíat (pesos, dólares, euros), porque de no invertirlos de manera rápida, su poder de compra se esfumará cada día más rápido por culpa de la inflación que no será tan baja como estuvimos acostumbrados las últimas 2 décadas.

En México, el gasto público deficitario histórico de 2024, consideramos que no podrá ser recortado a la mitad como se ha prometido para el siguiente año. Promesas de nuevas magnas obras, más y nuevos “apoyos sociales”, prestaciones, beneficios, etc., contribuirán a que este país no escape de ese nuevo clima global inflacionario. La meta superior de 4 por ciento anual de Banxico, pensamos que no será cumplida en los años por venir.

Afortunadamente, los inversores nacionales y mundiales cuentan con instrumentos financieros y no financieros para defenderse – y hasta de sacar provecho- de la sinrazón económica de los políticos y de sus graves efectos en los precios.

Los activos refugio y los que son reserva de valor brillarán como nunca en el futuro. El oro – por cierto el “rey” de las materias primas- será el principal ganador, pero no será el único. Manténgase atento de este espacio y de nuestros contenidos en el canal privado de Top Money Report en WhatsApp y Telegram para estar informado de todos los activos que le permitirán ser parte de los inversionistas ganadores en tiempos de crisis.