La Crisis antes de la Cri$is

Los rescates financieros más grandes en la historia de la humanidad están sucediendo en 2020, y no por una Crisis Económica Mundial, Sistémica o Financiera…. aún.
Un Virus detectado en Wuhan, China en Diciembre de 2019, comenzó a generar mucho ruido en medios por su letalidad en ciertos sectores de la población como personas mayores de 70 años o con problemas pulmonares y respiratorios. Existen altas probabilidades de
contagio y transmisión, pero su letalidad es casi nula en la población menor a 50 años.
Las noticias, el número de casos, muertes y personas con probables síntomas han ido avanzando con un crecimiento continuo desde esa fecha. Pero también la información y desinformación, que han llevado al pánico y a conductas irracionales, como hacer filas por horas para comprar todo el papel de baño y acaparar productos de limpieza y desinfección. Una época atípica de ventas extraordinarias para determinados productos en tiendas de autoservicio, y para empresas como Kimberly Clark y Reckitt Benckiser (http://reckittbenckiser.com RECKITT BENCKISER GROUP PLC ORD 10P, Ticker: RB, ISIN: GB00B24CGK77, SEDOL: B24CGK7), dueña de la marca Lysol.
De continuar la situación de pandemia y aislamiento, a corto y mediano plazo los que más sufrirán serán minoristas, tiendas de ropa, electrodomésticos, autoservicios, turismo, restaurantes, bares, aerolíneas y hoteles. De prolongarse esta situación, las restricciones
de contacto, comercio, comunicación, movilidad y fronteras, sería inminente una desaceleración económica, pegando a mayores sectores de la población, inversiones e industrias de gran tamaño como venta de autos, autopartes, materia prima, bienes raíces, inversiones,
manufactura, entretenimiento y varios sectores serían afectados.




Por otro lado en las últimas semanas el avance en ciencia e investigación de virus y enfermedades pulmonares se aceleró años. Muchas personas ahora conocen las consecuencias de la falta de cuidado o higiene. Con acciones muy simples como lavarse las manos, no
estornudar en manos o algún lugar donde puedas tener contacto con otras personas, tu cara, nariz o boca.
El distanciamiento social y las cuarentenas voluntarias u obligatorias establecidas por gobiernos tendrá efectos negativos en la economía a corto plazo y dejará secuelas.
En el sector salud muchos falsos positivos y personas que nunca se atienden ante síntomas de enfermedades, están desbordando la salud pública y privada. La demanda extraordinaria en equipos y servicios de salud ha empujado a hospitales públicos y privados a aumentar
su capacidad de manera temporal y permanente. A mediano y largo plazo estas medidas más que evitar un contagio de coronavirus ayudará a la humanidad, finanzas públicas y personales.
Muchos virus y bacterias morirán gracias a las personas que cumplan con aislamiento, cuarentena y distanciamiento social. Esto disminuirá la mortalidad,alargará la expectativa de vida, quitará una enorme presión en las finanzas quebradas de la mayoría de la Salud Pública,
a los hospitales y aseguradoras. En Países como México la desaceleración puede llevar a recesión y a periodos negativos no vistos en quince
años.
Pero el efecto positivo local y global de estas medidas serán mayores, y tiene que sacudir tanto la conciencia sobre higiene y contagio de enfermedades, como de la dependencia, fragilidad e interconexión de las economías, sistemas financieros y efectos
globales.
Estados Unidos enfrentó en un inicio esta crisis con máximos históricos en las Bolsas de Valores y un crecimiento de trimestres consecutivos en el PIB nunca antes visto.
Trump usará todas las herramientas y armas políticas, económicas, financieras y de comunicación para no frenar este periodo de crecimiento con el objetivo de mantener el crecimiento y no permitir que se vaya a negativo hasta la fecha de su reelección, y de preferencia,
hasta el final de su segundo mandato.
Estados Unidos de América podría perder el crecimiento económico y el récord de meses consecutivos de mayor crecimiento económico de su historia, elemento de peso para asegurar la reelección del presidente de USA, Donald Trump. Trump ha demostrado que usará todo su
“arsenal” para no detener esta inercia en el sistema financiero y económico. Entre estas medidas superó las más socialistas, estatistas y deja desarmado a Bernie Sanders para cualquier debate o medidas de “socialdemocracia”.
También esas y más ya está utilizando Trump: desde modificar y crear programas, leyes o acuerdos sin precedentes, hasta experimentar con enviarle dinero a todos los estadounidenses y nuevas maneras de financiar estas operaciones. La impresora de billetes está encendida
y todas las industrias desean ser beneficiadas.
En menos de una semana se anunciaron más de USD$5 Trillones de dólares de nuevo dinero, que como magia, aparecerá y se sumará a la economía, con diferentes mecanismos de distribución y origen de fondos. Gobiernos, Bancos Centrales y sobre todo la Reserva Federal
de los Estados Unidos de América, han abierto la llave al dinero sin colateral ni costo, o tasas de casi cero por ciento.
Este monto de Rescate Financiero, es más grande que el Producto Interno Bruto de todos los países del Mundo excepto los dos más grandes: USA y China.




El total de los rescates financieros y medidas anunciados por la FED, el Banco Central de Europa, Banco de Inglaterra, Banco Central de China y otros es más grande que la economía de Japón, Alemania, India y Reino Unido. Dos o tres veces más grande que el PIB
de Francia, Italia, Brasil, Canadá y Corea del Sur. Cuatro veces más grande que el PIB de México, el cual desafortunadamente ha caído en los listados (anteriormente se colocaba cercano a los 10 países más grandes del mundo por PIB, después de Corea del Sur,
actualmente se encuentra 4 posiciones más abajo y con una diferencia entre el PIB de Corea y México de $440 mil millones de dólares o 34% con respecto a los datos del FMI).
Este año, a México y otros países a los que les pegará más fuerte estas temporadas de economía limitada e interacción social, descenderán más en estos listados, al mostrarse escenarios con el peor desarrollo y crecimiento económico de los últimos 15 años.
Por la rapidez e intensidad de los movimientos económicos, financieros y sociales por la pandemia, los ajustes y medidas han sido tomados aceleradamente, y al igual que en 2007-2009 muchos recursos serán desperdiciados, no usados o mal aplicados, desafortunadamente
sin consecuencias para los responsables.
Esto genera cada vez un incentivo perverso que cuando llegue la verdadera (gran) crisis financiera, será enfrentada con menos armamento y debilitado. Nunca se había visto tal cantidad de dinero siendo creado de la nada como estos días de 2020.
Todas las industrias ya se enfilaron en la caja de la Reserva Federal para recibir apoyos: aerolíneas, automóviles, hoteles, casinos, hospitales, asociaciones de médicos independientes y enfermeras, aerolíneas de jets privados, empresas de transportes públicos y
privados, y casi cada industria ya aprendió la lección del dinero gratis.
Pero la mayor parte irá directamente a la Bolsa de Valores, donde puede beneficiar a la mayoría de estadounidenses y será muy notorio los efectos inmediatos tanto positivos como negativos de esta medida.
Esto mantendrá a Trump y políticos de Europa en los reflectores como ‘salvadores’, siendo que estarán metiendo a su población y economía en arenas movedizas donde cada vez será más complicado poder salir bien librado. Estás medidas
solo funcionan si provocan un cambio de tendencia en la economía algo que casi nunca se logra o si la economía recupera su paso
y pueden cortar o suspender estos programas y líneas de crédito. Al final si la economía no crece igual o mayor a nivel mundial que la cantidad de dinero que se está emitiendo, solo hay una posible consecuencia:
el dinero valdrá menos, los bienes y servicios van a requerir más dinero para ser adquiridos, porque el dinero actual ha sido diluido con nuevo creado de la nada. Hay más dinero en circulación.
En algún momento se darán cuenta que han abusado de estas medidas, que le emisión es infinita, el colateral y garantías son casi inexistentes, y el uso de los recursos al final no fue para medidas preventivas o evitar una desaceleración, sino para continuar con
el ritmo actual o abusar de tener un excedente temporal. Aquí es cuando llegará la verdadera crisis y donde el dólar americano y euro podría volver a colapsar.
Desde mi punto de vista esta crisis de salud va a frenar la economía mundial, vendrán periodos de desaceleración y recesión para los países no tan bien parados como México.
Precisamente anticipando esta situación y lo que pudiera desencadenar, Estados Unidos decidió comenzar a aventar y emitir la mayor cantidad de dinero en su historia indiscriminadamente. Gobiernos y Bancos Centrales han comenzado a tomar medidas similares: bajar tasas de
interés, préstamos tasa 0%, emitir deuda, prórroga de impuestos y pago de servicios a las empresas del Gobierno.
Esta vez no será (todavía) el fin del dólar americano ni del euro, pero la mayoría de las economías afectadas por la pandemia y desaceleración continuarán perdiendo valor contra estas divisas, llegando como el peso mexicano a cotizar en los peores niveles de su
historia.
Los líderes socialistas que gustan de regalar dinero ajeno indiscriminadamente y promocionarlo como si fuera suyo o caridad personal, cuyo último fin es la compra de su voto y permanecer en el poder, tendrán que evaluar su estrategia. Trump no había usado la medida
de regalar dinero ajeno, ni en campaña ni como presidente, nadie lo hubiera esperado pero lo ha desencadenado esta situación y será una herramienta con la que seguramente Trump y otros presidentes comenzarán a experimentar y abusar.
Pero Estados Unidos está en una mucho mejor situación económica y financiera que la mayoría del mundo a pesar de su gigante deuda por su constante crecimiento económico y de mercados financieros.
Por otro lado en Latinoamérica tendrán que evaluar seguir regalando dinero ajeno indiscriminadamente y tener una carga financiera mensual sobre los contribuyentes, o usar estas medidas solo en emergencias como los gobiernos que las anunciaron.
Definitivamente las decisiones de mediano y largo plazo aplicadas en México no darán resultados positivos. Tal es el caso de los “elefantes blancos” de la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya, la insistencia de un “Rescate Financiero” a Pemex
y CFE, pozos sin fondo, opacos y corruptos.
Regalar dinero a todos suena muy bonito, pero ese dinero tiene que salir de algún lugar, y contra lo que muchos creen, este costo no lo pagan otros o “los ricos”, la mayoría se carga a la clase media, trabajadora, obreros y los que no tiene dinero para un contador
o asesoría contable o fiscal. También a los “godínez”, a los que compran un refresco, agua, frituras, un sandwich o agua en
una tienda de conveniencia, a los emprendedores, a los micro, pequeños y medianos empresarios, a los negocios locales.
Si realmente los gobiernos quieren hacer un cambio y fomentar el crecimiento para buscar mayores recursos, ¡disminuyan los impuestos! Creen incentivos por ahorrar, invertir, investigar, innovar y emprender. Inviertan en proyectos que beneficien a la mayoría y
no solo a algún partidos políticos y amigos de los contratistas.
Dejen a la población decidir sobre el destino de los fondos y su gestión. Disminuyan la burocracia, sueldos, secretarías de estado y programas clientelares creados solo para comprar votos y perpetuarse en el poder. Tampoco es la solución la impresión de billetes
y líneas de crédito grandes e irresponsables como en otros países, y los que lo piden, para mí también avientan leña para intentar apagar la fogata.
Se está inflando y creando la burbuja financiera más grande de la historia de la humanidad, esta es una crisis antes de LA crisis. Cuando llegue las mismas y más industrias se formarán nuevamente por más dinero. Entonces, las condiciones serán diferentes y no
tan favorables. Cuando son dependientes o adictas a hacerlo, el costo social, económico, financiero y de pérdida de libertad individual es muy alto. Ese es el costo que la mayoría nunca evalúa por tener un poco más ahora o una ventaja de corto plazo.