La falacia del oro de Uganda

A principios de junio pasado, Reuters reportó que el gobierno de Uganda anunció descubrimientos en su territorio por hasta 31 millones de toneladas de mineral de oro. Algunos no especialistas confundieron esto con un yacimiento de 31 millones de toneladas del metal puro. Pero no es así.

El mineral de oro es básicamente tierra en conjunción con muchos otros minerales – como cuarzo, plata, cobre, hierro, etc.- con minúsculas trazas de oro. Para extraerlo, el mineral es procesado y así el metal precioso es separado de sus otros componentes a través de diferentes métodos.

Por supuesto, lo que quiere el gobierno ugandés con la noticia es llamar la atención y atraer capitales para invertir grandes cantidades y desarrollar así el sector minero de su país, en el que predomina la minería artesanal e informal que utiliza métodos poco eficientes y peligrosos.

Según las estimaciones del ministerio de Energía y Desarrollo Mineral de Uganda, de esos 31 millones de toneladas de mineral se podrían extraer hasta 320 mil toneladas de oro puro. Una cifra difícil, muy difícil de creer.

A pesar de loespectacular del anuncio, lo cierto la noticia había pasado más o menos desapercibida hasta que comenzó a viralizarse en redes sociales, donde “youtubers” y comentaristas aficionados comenzaron a especular sobre el impacto que este supuesto descubrimiento geológico tendría sobre el precio del oro en el corto y largo plazos.

Como suele suceder, la desinformación y la falta de entendimiento en la materia llevó a muchos de esos comunicadores y sus audiencias a conclusiones equivocadas y hasta francamente disparatadas.

Por ejemplo, se llegan a leer cosas como que a causa del “exceso” de oro que provocará el descubrimiento de Uganda, el precio internacional del metal precioso se desplomaría en un futuro a niveles mínimos, tan bajos quizá como los del cobre. ¡En serio!

Pero ni esas ocurrencias ni muchas otras son verdad. 

Mire usted: de entrada el gobierno de Uganda no se caracteriza por ser uno de los más transparentes y honestos del mundo. De hecho, en el Índice de Percepción de Corrupción está en el lugar 144 de una lista de 180 países, con lo que podemos darnos una idea de lo poco confiable que es ese gobierno. 

Pero incluso si el tema del yacimiento o yacimientos gigantes fuese cierto, producir oro puede tomar entre 1 y 5 años o más para empezar a extraerlo, y eso, suponiendo que hubiese enormes capitales dispuestos a arriesgarse en masa a invertir en ese país, algo muy dudoso.

Más allá todavía: actualmente se estima – de acuerdo al Consejo Mundial del Oro (WGC por sus siglas en inglés)- que existen sobre la Tierra unas 205 mil toneladas de oro, y de ellas, dos terceras partes, es decir, unas 136 mil toneladas, se han extraído apenas desde 1950. 

O sea que tan solo 72 años la cantidad de oro disponible se ha triplicado en el planeta, y el precio lejos de caer pasó de 35 dólares la onza troy en aquel entonces, a los casi 1,800 dólares la onza en que cotiza hoy. Eso sin contar que el máximo histórico se encuentra por encima de los 2,200 dólares la onza.

Así que incluso si fuera verdad el descubrimiento de Uganda, en primer lugar extraer todo ese tesoro tomaría décadas (si no es que siglos), y cuando ingrese al mercado no tendrá ningún impacto negativo de fondo en el precio.

De hecho será todo lo contrario. 

A causa del fraudulento sistema monetario de dinero fíat (de papel) en que vivimos, el precio del oro como tendencia mayor de largo plazo sólo puede continuar al alza. Sí, desde luego que como en todos los mercados hay ciclos y correcciones, pero la devaluación constante del dinero de las personas por la expansión infinita y permanente de la base monetaria – realizada por los bancos centrales- y su falso respaldo en la emisión de deuda pública de los gobiernos del orbe, predispone que el dinero real (el oro) continuará apreciándose.

De poco sirven los esfuerzos documentados de manipulación en el mercado de futuros de oro: el mercado del oro físico es el que impide que esa depresión artificial del precio quede impune y sea duradera. Y es que cada vez que el precio se hunde en ese mercado de oro “de papel” (mercado de futuros), el oro físico “desaparece” de la circulación y NO se consigue de ninguna manera a ese precio deprimido. 

Esa es la principal razón de que quien quiera conseguir oro en monedas, barras o lingotes para inversión tenga que pagar siempre un “premio” o sobreprecio (respecto al mercado de futuros) para que los oferentes puedan aceptar venderlo.

Así que con niveles de inflación históricos y una recesión en puerta, es más inteligente escuchar los más de cinco mil años de historia monetaria del oro como refugio seguro y dinero real, que atender los falsos consejos de nuestros “youtubers” favoritos.