Como hemos señalado en ocasiones anteriores, los mercados no son racionales porque los inversores, seres humanos como usted y como yo, son movidos por emociones mucho más que por razones. Miedo y ambición, pero sobre todo la primera, son las emociones que mandan en este medio, al menos en el corto plazo. En el largo, en cambio, las cosas siempre terminan cayendo por su propio peso. Si ha leído o escuchado la fábula de la cigarra (o chapulín) y la hormiga, podrá entender mejor lo que le digo: al último, los responsables, los que se anticiparon a los tiempos difíciles son los que ríen al último, pero ríen más y mejor.
Esto se lo traigo a cuentas por un gráfico que publicó hoy Zerohedge y que es más que ilustrativo.
Las materias primas a la baja, el dólar cae, la curva de rendimientos se reduce (o sea, los bonos se encarecen), los datos macro pintan mal, pero los índices bursátiles en EU, como el Nasdaq de la gráfica, siguen al alza. No es ninguna coincidencia, sino simple causa efecto, que las hojas de balance de los principales bancos centrales continúa en expansión (todavía).
Es justo por esto que a ustedes, amables suscriptores, les hemos anticipado que -sin importar que la señora Janet Yellen, presidenta de la Fed diga que ‘no cree’ que haya una nueva crisis financiera ‘en nuestras vidas’-, habrá de llegar.
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