Megaobras de AMLO, una “pesada cruz” para México

El gobierno saliente de López Obrador que al principio presumió de “responsable”, “austero” y de “no adquirir deuda”, hoy sigue derrochando mucho dinero de forma inútil, en obras que –dictan las evidencias– no son redituables ni sostenibles a largo plazo. No podrán sobrevivir sin subsidios, es decir, sin que el fisco les dé recursos para apenas funcionar.

Bajo esta estrategia, al cierre del sexenio la hacienda pública se está endeudando cada vez más y heredará una “pesada cruz” a la próxima presidenta de México que tendrá que lidiar con una bomba de tiempo.

Como le digo, según diversos estudios la “austeridad republicana” del presidente Andrés Manuel López Obrador sólo es aparente, con recortes en sueldos y salarios de funcionarios o en la contratación de servicios e insumos. 

Por cierto, muchos de esos “ahorros” en realidad han incidido negativamente, por ejemplo, en la ciberseguridad, el mantenimiento de carreteras, los servicios públicos y en la operación de los órganos constitucionales autónomos, como documentó el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).