¿NO SE PUEDE DEVALUAR AL DÓLAR?

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Imagen: saladeinversion.com
Hace unos días el empresario Hugo Salinas Price, reconocido como un experto en el mundo de los metales preciosos y su rol monetario, escribió un artículo titulado The Dollar Cannot Be Devalued and Suicidal Bankers” (“El Dólar no Puede ser Devaluado y Los Banqueros Suicidas”), criticando la visión de otro experto como Jim Rickards, a quien entrevistamos la semana pasada. Rickards nos dijo: Si EE.UU. infla y devalúa al dólar, el precio del oro se irá mucho más arriba.
En este sentido, Salinas Price hace una precisión muy certera: “la última devaluación del dólar tuvo lugar bajo el presidente Roosevelt en 1934, cuando de valer 1/20.67 de onza de oro en 1933, el dólar fue devaluado a 1/35avo de onza de oro.” Esto fue posible porque el tipo de cambio oro/dólar era fijo.
Agrega asimismo que: “la última oportunidad de devaluar al dólar tuvo lugar en agosto de 1971, cuando estaba todavía atado a 1/35avo de onza de oro. Nixon tomó el consejo de Milton Friedman y cometió el peor error en la historia; Nixon no devaluó el dólar como debió haber hecho, sino que simplemente sacó a los Estados Unidos del patrón oro, como era, y desde entonces se negaron a redimir los dólares que tenían los bancos centrales alrededor del mundo a ningún precio.”
De manera que el oro no puede ser devaluado desde el 15 de agosto de aquel año, cuando se anunció la medida.
A partir de entonces el dólar es la moneda de “reserva” mundial, es decir, el sistema mismo está basado en cimientos de dinero de papel, sin otro “respaldo” que el de la deuda. Todas las demás monedas, como el peso mexicano e incluso el propio euro, son derivados de ella y se devalúan o revalúan contra el billete verde todos los días.
La crítica central de Salinas Price a Rickards, por tanto, es que esta vez los Estados Unidos no pueden declarar una devaluación oficial del dólar, porque no hay nada contra lo que se puedan devaluar, pues además ese país se niega a reconocer el papel monetario del oro, el dinero real, contra el que sí podría devaluarse por decreto.
Rickards dijo en la entrevista que nos concedió, que si el gobierno estadounidense percibía una crisis deflacionaria de grandes proporciones, podría declarar la elevación del precio del oro para causar inflación. No obstante, para que ello fuera posible, como dice Salinas Price, “primero sería absolutamente necesario que estableciera al oro como referente de su valor”, y es cierto.
Sin que esto se haga antes, dice, “es imposible devaluar al dólar”. Entonces, si esto es así, ¿por qué poderosos intereses detrás de los bancos centrales más importantes como la Fed, y el propio gobierno americano están obsesionados con intervenir (manipular) en el mercado del metal precioso?
La respuesta tiene que ver con motivos económicos, pero también políticos. Un precio ascendente del oro daña de forma severa la confianza en la moneda de “reserva” y su rol como petrodivisa. Salinas asegura que “cuando se percibe que el valor dólar cae frente al oro, su caída causa que los inversores cambien dólares y otras divisas por oro como medio de protección de riqueza”. Un precio del oro al alza, entonces, es una mancha en el prestigio del dólar que va en detrimento del poderío mismo de los Estados Unidos.
Por eso ocurren las subrepticias manipulaciones del mercado del oro y la plata por medio tanto de ventas masivas de “metal” papel en el mercado de futuros, como de préstamos de oro de grandes bancos centrales a bancos comerciales, que luego revenden varias veces un mismo lote de oro con apalancamiento. 
Esa falsa sobreoferta mantiene deprimida la cotización del dinero real en beneficio de los intereses que gobiernan el planeta. Claro está, esa manipulación no puede durar para siempre, pues las fuerzas del mercado –que son más fuertes que nadie, terminan por imponerse.
Justo en esto sí coinciden Salinas y Rickards, porque como aquí hemos denunciado, no hay en el mundo oro físico que alcance para cubrir todas las obligaciones que existen en el papel, y porque en la historia de la humanidad no hay un solo caso de experimento con dinero fíat (de papel) que no haya terminado en desastre. El caso del dólar estadounidense no será distinto.
También están de acuerdo en el hecho de que los chinos –inventores del papel moneda, están protegiéndose de ese eventual colapso con oro.
Para Salinas la situación global es peligrosa: “Estados Unidos es como un barco sin botes salvavidas, porque se presume que es inhundible.”

El empresario al igual que Rickards y el autor de este blog, prevé que una vez que ocurra el colapso general del dólar, y se descubran sin todo el oro que ha sido llevado a Asia y sobre todo a China, “Estados Unidos con la espalda contra la pared podría convertirse en una entidad muy peligrosa para el mundo”. Ojalá estemos equivocados, pero las probabilidades de una gran guerra por el oro, sin duda aumentan conforme pasa el tiempo.