“Olfateando” la recesión: claves a observar en 2024

El panorama económico de 2024 se mira complejo, por lo que prever si habrá o no una recesión (la más anticipada de la historia según los datos), se vuelve crucial para los inversionistas. Analizar los datos blandos y duros se presenta como una estrategia fundamental, y más ahora que el Índice Líder de la Conference Board arroja sombras sobre la posible llegada de dicha caída económica sobre Estados Unidos y el mundo. 

Aunque no está en los planes inmediatos, la disminución constante del índice durante 20 meses es un indicio que no debe pasarse por alto, pues es un patrón consistente con recesiones pasadas. Sin embargo, hasta ahora, se ha evitado una recesión. ¿Por qué?

Una mirada más detallada muestra que la disminución en el Índice Líder está siendo impulsada principalmente por datos concretos como permisos de construcción, pedidos de bienes de capital y empleo. Los datos blandos, como los precios de las acciones, las condiciones crediticias y las encuestas de sentimiento, siguen siendo resilientes.

Las recesiones suelen ocurrir cuando tanto los datos blandos como los duros comienzan a reforzarse mutuamente en un ciclo de retroalimentación negativa hacia abajo, y eso es lo que debemos observar con mucha atención y detenimiento este año para encontrar pistas. 

Por ahora, los datos duros parecen estabilizarse, mientras que los datos blandos apenas han comenzado a descender desde niveles elevados, por lo que una recesión no es un hecho consumado ni seguro.

Como le digo, en 2024, el foco será detectar un deterioro en los datos blandos, como los precios de las acciones, el crédito y los datos de encuestas económicas, o un debilitamiento acelerado en los datos duros, como el empleo, los permisos de construcción y los pedidos de bienes de capital. Cualquiera de estos indicaría una mayor probabilidad de desarrollar el tipo de ciclo vicioso hacia abajo que induce una caída económica que afecta a la mayoría (nunca a todos).

Indicadores Clave: ISM Manufacturero y restricción financiera

El ISM manufacturero, uno de los puntos cruciales de datos blandos, ha estado por debajo de 50 desde noviembre de 2022. Su recuperación se presenta como un indicador optimista, especialmente considerando la relación con el Indicador Global de Restricción Financiera. Este último, que lidera al ISM principal en unos nueve meses, refleja el alivio de las condiciones a medida que la mayoría de los bancos centrales retroceden en el aumento de tasas de interés.

En el frente de datos duros, las cifras de empleo, que se darán a conocer este viernes, proporcionarán una visión sobre la dirección del mercado laboral. A pesar de la desaceleración actual, la mejora en la tasa de desempleo y la disminución en las solicitudes de desempleo sugieren que cualquier empeoramiento en el impulso del mercado laboral no es inminente.