PRIMER SEMESTRE

Terminó la primera mitad del año y podemos evaluar el comportamiento de algunas variables, relacionadas con precios: (i) el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, relacionado con el precio de acciones; (ii) la tasa de interés, que es el precio, no del dinero, sino del crédito; (iii) el tipo de cambio peso – dólar, que es el precio del dólar en términos de pesos; (iv) el precio del petróleo, que sigue siendo importante para las finanzas del gobierno, debiendo tener presente que México es un país importador neto, no exportador, de petróleo (entre enero y mayo importamos 24,287 millones de dólares y exportamos 12,911).

Durante el primer semestre el Índice de Precios y Cotizaciones aumentó 10.45 por ciento, lo cual quiere decir que el promedio ponderado de los precios de las acciones de las treinta y cinco empresas que lo integran, de las ciento cuarenta y tres que cotizan en bolsa, aumentó 10.45 por ciento entre enero y junio. 

El  Índice de Precios y Cotizaciones cerró el primer semestre en 53,585.22 unidades, por debajo del máximo histórico, del 1 de abril de 2022, de 56,609.54 puntos. 

Entre enero y junio la tasa de interés de los Cetes a 28 días, una de las muchas que operan en los mercados crediticios, pasó del 10.10 a 11.02 por ciento, un aumento de 0.92 puntos porcentuales, equivalente al 9.11 por ciento.

La tasa de los Cetes a 28 días cerró el primer semestre muy por debajo del máximo histórico, del 14 de enero de 1988, de 159.21 por ciento, y muy por arriba del mínimo histórico, del 8 de enero de 2015, 2.43.

A lo largo del primer semestre el tipo de cambio pasó de 19.47 a 17.14 pesos por dólar, lo cual dio como resultado una apreciación del peso frente al dólar de 2.33 pesos, equivalente al 11.97 por ciento (apreciación que no hay que identificar/confundir con un superpeso, mismo que, mientras siga habiendo inflación, no será posible).

El tipo de cambio peso – dólar terminó el primer semestre muy por debajo del máximo histórico, del 24 de marzo de 2020, de 25.12 pesos, y muy por arriba (contando a partir de 1954), del mínimo histórico, del 31 de agosto de 1976, 0.01250.

Entre enero y junio el precio del barril (159 litros) de la mezcla mexicana de petróleo de  exportación (Olmeca, crudo extra ligero; Istmo, crudo ligero; Maya, crudo pesado), pasó de 69.71 dólares a 65.14, baja de 5.57 dólares, equivalente al 7.99 por ciento, y promedió 65.91 dólares, 2.79 por debajo de los 68.70 estimados por el gobierno en los Criterios Generales de Política Económica 2023.

El precio del petróleo finalizó el primer semestre muy por debajo del máximo histórico, del 3 de julio de 2008, 131.24 dólares, y muy por arriba del mínimo histórico, del 20 de abril de 2020, menos (sí, menos) 2.37 dólares. (Un precio positivo implica que el comprador le paga al vendedor para llevarse X. Un precio negativo que el vendedor la paga el “comprador” para que se lleve X).

Así este primer balance del primer semestre. ¿Bueno o malo? Por tratarse de precios todo depende de qué lado esté uno. Si uno compra, conviene que los precios bajen. Si uno vende conviene que suban. El mejor ejemplo es el tipo de cambio peso – dólar. Si yo compro dólares, o productos que pago con dólares, me conviene que el precio del dólar baje. Por el contrario, si yo vendo dólares, o productos que me pagan con dólares, me conviene que el precio del dólar suba.

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