Una nueva era de tasas e inflación elevadas

Ha comenzado una nueva era de tasas de interés e inflación elevadas en Estados Unidos… y en todo el mundo. La voz de Jerome Powell expresando la semana pasada su inquebrantable visión “hawkish” (antiinflacionista) de la política monetaria de su país, de inmediato impactó en los mercados financieros.

Como cada año, un maravilloso paisaje acogió la reunión anual de Jackson Hole, Wyoming. Ahí, el presidente de la Reserva Federal (Fed) de la nación más poderosa del planeta afirmó que el banco central está preparado para subir aún más los tipos de interés si es necesario. Y cree que lo será.

La intención es clara: mantener los costos de endeudamiento en niveles altos hasta que la inflación esté firmemente encaminada hacia el objetivo del 2 por ciento de la Fed, aún lejano.

Y aunque Powell reconoció que la inflación ha disminuido desde su punto máximo, advirtió que “aún queda un largo camino por recorrer”. Sugirió, incluso, que si el crecimiento económico persiste por encima de la tendencia como hasta ahora, en el futuro cercano podríamos ver una política monetaria aún más restrictiva (tasas todavía más arriba).

Tales declaraciones no dan cabida a la duda: nada detendrá a la Fed en su búsqueda de la estabilidad de precios. Esto deja a los mercados financieros en espera de las próximas decisiones del banco central y atentos a cómo se desenvuelve la economía en medio del apretón monetario.

Un objetivo inmutable

De tajo, Powell puso fin al debate sobre un posible aumento del objetivo de inflación de la Fed, al afirmar que seguirá siendo del 2 por ciento. Y para sorpresa de su audiencia, reconoció que la economía podría no estar enfriándose tan rápido como se anticipaba.

Las últimas cifras de producción y gasto del consumidor han sido sólidas, lo que sugiere que la recuperación económica aún tiene fuerza. Esta situación podría poner en peligro el progreso en la lucha contra la inflación y justificar más ajustes en la política monetaria, aseveró el banquero central.

Reacciones del mercado

Luego que los inversores analizaron más detenidamente las palabras de Powell, retornaron las expectativas de más subidas a las tasas de interés, lo que se tradujo en un repunte en los rendimientos de los bonos del Tesoro a dos años, que alcanzaron máximos no vistos desde julio, provocando una mayor inversión de la curva de rendimientos, una señal de recesión para el mediano plazo.

Ahora la probabilidad de que los tipos de interés aumenten en septiembre es del 25 por ciento y del 45 por ciento en noviembre. Este cambio en el sentimiento se reflejó claramente, como le digo, en la curva de rendimientos.

México en la nueva era de tasas altas